jueves, 29 de noviembre de 2007

Sí pero no...

Esta tarde he visto las noticias de los telediarios y después me he dicho:

- Voy a dar una vuelta con la moto, que hace días que no la toco...

Pues no. No ha habido tal vuelta.

He salido a mi terraza, barómetro térmico donde los haya, y tras sentir en el cuerpo el frescacho que hacía en el ambiente y la ligera brisa que venía del oeste con ese sol medio aletargado y casi sin fuerza, me he girado hacia la pared donde tengo puesto el termómetro, esa varilla de mercurio que, aparte de la sensación de frio o calor transmitida por mi cuerpo, es quien mejor me indica la temperatura ambiente: seis grados así como quien no quiere la cosa. Y seis grados, según cómo tengas el cuerpo y según cómo te pille la moral que en ese momento te domine, son muy pocos grados para subirse uno en una moto y meterle caña por esas carreteras de Dios.

Y que conste que con ocho grados bajo cero y con una niebla que no se veía a treinta metros de distancia yo he ido sobre mi moto. Pero una cosa es que te pille la niebla, que no el frio, y que tengas que conducir en esas condiciones mencionadas y otra, muy distinta, que tú te busques el problema del frio, que no de la niebla, estando como estoy en casa tan rícamente.

Bueno, espero salir mañana. Si los del tiempo no se equivocan, cosa que dudo, mañana tiene que hacer un día algo mejor que hoy. Y he de salir porque quiero calentar un poco las ruedas de la moto y mover un poco los aceite para su engrase y perfecta lubricación porque el domingo tengo una salida de más de 500 km. con unos compañeros de mi Club, y a esa salida no me puedo negar a ir ni alegar que hace frio o decir que el sol no calienta lo suficiente. Ya estoy inscrito a la susodicha salida, de modo que el domingo, si no se cambian los planes o si algo no se tuerce, salida al canto.

Y cambiando de tercio como en los toros, decir que ayer estuve algo delicado, con una indigestión que me pilló que casi me voy al barrio de "los callaos".

Tenía una reunión con la junta directiva de la asociación a la que pertenezco y no pude ir. Llamé al presidente y le dije:

- Ya podéis empezar la reunión sin mí porque he tenido que venir al hospital, a urgencias, y no voy a poder llegar a tiempo. Todavía estoy esperando aquí a que me den los resultados...

Ahora ya estoy bien. Yo no entiendo estas chorradas de "ahora estoy bien y, de repente, estoy más allá que aquí...". En media hora pasas del bienestar y de la salud al dolor agudo, al sudor frio, a la desesperanza y al "¡...pero qué leches me está pasando...¡"

Me acaba de llamar el presidente preguntado por mi salud.

Ya estoy bien, le he dicho. La prueba está en que he estado en un tris-tras de marcharme con la moto por ahí. Señal de que no estoy muy enfermo. Mejor así.

Feliz fin de semana.