El pasado viernes nos fuimos mi señora, mi hija mayor y un servidor a unos grandes almacenes a comprarnos una televisión de Leds de las grandes y planas, una de 40 pulgadas. Ande o no ande, caballo grande...
Ande o no ande, caballo grande...
La verdad es que se ve de "cine", y nunca mejor dicho. Parece que estemos tal que en una sala de proyección de películas, buenas o malas, pero en una sala de proyección de películas, o en un cine, propiamente dicho.
Hay algunos canales que transmiten en Alta Definición, y esos canales se ven de muerte. Algunos reportajes, sobre todo esos que se hacen a "vista de pájaro", sobrevolando montañas, valles, gargantas, presas de pantanos, techos de ciudades...esos te producen mareo, la verdad sea dicha. Así da gusto ver la tele, pero no tanto como para hacerme ver programas de telebasura que, en mi casa, estan TOTALMENTE PROHIBIDOS. Aquí sólo se ven programas de reportajes o documentales, películas, alguna que otra serie, telediarios y programas de debates políticos. Todo lo demás, sobra.
Vino mi cuñado ayer a casa. Vio la tele y me dijo:
- Muy bien, cuñao, pa cuatro días que hemos de vivir, lo que se han de comer los gusanos que lo disfruten los humanos...
Mi hija mayor está muy contenta. La pequeña, que ya está trabajando en Valladolid, cuando se lo dijimos por teléfono, nos alabó el gusto y dijo lo mismo que mi cuñado. Mi perrita westy, de momento, no dice nada.
¡Ah, y de pagarla, nada de a "toca-teja", no...el bolsillo está con alguna que otra telaraña y no procede¡. Nos ofrecieron la posibilidad de pagarla, sin cargo alguno, en "nosécuantosmeses", y servidora se agarró a ello como a clavo ardiendo. Empezaré a pagar a finales de Julio, y así, en cómodas minicuotas, cuando me quiera dar cuenta, tele pagada. Y, de momento, a disfrutarla, que son cuatro días.
