domingo, 9 de marzo de 2008

¡¡Buen fin de semana¡¡


Pues como dije ayer, por la mañana nos fuimos mi señora y yo con el coche a La Capital, a ver a nuestras hijas.

Llegamos a las 12, más o menos, y tras estar un rato con ellas en casa hablando de nuestras cosas, nos fuimos a comer al restaurante que solemos ir cuando las vamos a ver:¡Tenía mesa reservada desde el jueves¡

Como siempre, comida amena y risas de los cuatro alrededor de una mesa, en un ambiente acogedor y "rústico"....Y decir, de paso, que cada día que pasa me siento más orgulloso de mis dos hijas. Y no es amor de padre, que también, pero son preciosas, son cariñosas, de facil y fluida conversación, trabajadoras...Ayer, con mis tres mujeres alrededor de la mesa del restaurante, me sentía el dueño del lugar...

Pasamos después unas horas con ellas antes de partir de nuevo para nuestra Localidad de origen: Teníamos cena con unos amigos...

Y a las 8 de la tarde-noche ya estábamos todos en la "bodega" de la casa de nuestros amigos: 9 parejas, 18 personas en armonía alrededor de una enorme mesa de madera y con la calor que salía de un enorme fogón: viandas a todo trapo, buen vino de la tierra, cava, cafés, carajillos, alguna que otra bebida para aligerar la digestión...¡y así hasta las 12 y algo de la noche¡

¿Y hoy por la mañana?. ¡¡Mi moto y yo¡¡

Me he levantado casi sin hacer ruido para no despertar a mi señora, a eso de las 8 de la mañana, y a las 9 ya estaba con el depósito de gasolina lleno, con un cortado que me he tomado en un hotel a la salida de Mi Localidad, y sobre mi "montura", dirección a la concentración motera que se celebraba a unos 80 km. de mi lugar de residencia.

Allí me he encontrado con los amigos de mi Club de La Capital, con algunos nuevos que venían por primera vez, con los viejos de siempre...el ambiente era arrollador: ¡Más de 400 motos según los organizadores¡

Arriba os pongo una mezcla de colores moteros, tomada la foto acercando las máquinas con el zoom para apreciar ese amasijo de hierros multicolores.

La reunión con los amigos, como siempre: perfecta.

La despedida de los amigos, como siempre: esperanzadora e ilusionada.

El regreso a casa, como siempre, alegre, satisfecho, feliz...

Y por la tarde, a votar. Y ahora a ver quién sale elegido.

Que gane el mejor.

Feliz semana.