martes, 6 de julio de 2010

En Agosto, a casa...

Ayer llamó mi hija pequeña por teléfono. Posiblemente venga en Agosto unos días a casa con vacaciones, siempre y cuando no vayamos nosotros antes a verla a ella o siempre y cuando no se vaya con el novio por ahí, que todo pudiera ser.


De momento, el corazón se nos ha alegrado, a su madre y a mí, con la noticia de la venida en Agosto a casa, tanto si viene como si no, de momento nos hemos alegrado.

Yo creo que los padres no nos acostumbramos nunca a tener a los hijos lejos de casa. Y tampoco nos acostumbraremos nunca a verlos "mayores", por muchos años que tengamos nosotros y por muchos años que tengan ellos: siempre los veremos "pequeños".

Cuando mi madre tenía 60 años recuerdo que su madre, mi abuela materna, decía riendo, con aquella gran personalidad y sentido del humor que la caracterizaba:

- ¡Pero cómo no voy a ser "vieja" si ya tengo una hija de 60 años...¡ -y se echaba a reir...

La alegría de vivir y la buena moral no le faltaba nunca. Jamás la vi triste. Nunca. Siempre alegre y pensando en lo bueno que le había dado la vida y lo feliz que se encontraba siempre rodeado de los suyos. ¡Cuánto me acuerdo de ella¡ ¡Y cuánto me acuerdo de mi abuelo, su marido, y en aquellos gratos tiempos vividos con ellos...¡

En fin, no nos pongamos tristes que no es de eso de lo que se trata. Mi hija vendrá en Agosto, casi seguro, y eso es lo bueno y lo que cuenta. ¡¡Viva la madre que nos parió a todos¡¡

Feliz semana.