sábado, 14 de marzo de 2015

Chaparrón


Estando mirando cosas en mi facebook con mi ordenador junto a la ventana, he visto cómo se empezaba el cielo a poner gris plomizo tirando a negro.

Rápidamente y en menos de cinco minutos, todo lo que tengo delante de mi ventana ha empezado a desaparecer. Nubes bajas. Nubes que no dejaban ver nada y que no traían nada bueno. Y cinco minutos más tarde, tromba de agua. Pero tromba de agua que no ha durado ni cinco minutos. Y ahora, otros cinco minutos después, el cielo está medio despejado, el sol sale por entre las nubes y veo a la gente andar por la calle tranquilamente...

Pocas veces había visto y no visto una tromba de agua tan de repente, tan fuerte, y tan corta en su duración. Pocas veces he visto pasar de la casi total oscuridad, a una tromba de agua repentina y corta y a una nueva salida de sol. Todo ello en diez minutos. Exactamente igual que algunos de esos polvos mañaneros de "aquí te pillo, aquí te mato" y que, sin apenas darte cuenta, empiezas y acabas.

Cosas de la naturaleza.