lunes, 17 de mayo de 2010

Desde mi ventana



Desde mi ventana, ante la pantalla del ordenador, alzo de vez en cuando la vista y veo, a través de los visillos, a la gente pasar, al sol iluminando las aceras y a la gente jugando en el campo polideportivo que tengo enfrente.

Veo a madres con los carritos de los niños paseando lentamente por la acera, recibiendo ese añorado sol que tanto tiempo hacía que no acariciaba las pieles de la gente.

Veo coches que suben y bajan. Gente que se cruzan y se paran a saludarse. Señoras con el perrito sujeto con la correa paseando lentamente...La calma y la tibieza de la primavera parece que está empezando a hacer su aparición. ¿Cuánto durará?

Los que sean supersticiosos, que crucen los dedos. Y los que no, también. Hagamos fuerza entre todos para que la bonanza se establezca ya, definitivamente, en esta primavera, tan reacia a entrar en nuestras vidas.