miércoles, 13 de octubre de 2010

Hay veces que no sé qué decir...

Hay veces que no sé qué decir...Y hoy es uno de esos días, y una de esas veces.

Te sientas delante del teclado, delante de la pantalla del ordenador y miras por la ventana, ese cuadro de luz que tienes delante, y piensas:

- ¿Y hoy...?

Pues hoy, nada.

Escuchas a un perro ladrar cerca de tu casa; oyes el rugido del motor de un coche o una moto pasando por delante y por debajo de tu ventana...y nada más.

Y te vuelves a preguntar, mentalmente, de qué leches vas a hablar hoy. Y sabes que hay temas. Hay cosas de política, de asuntos sociales, de libros, de televisión, de cosas de la familia, de internet, del trabajo -el que lo tenga-, de actividades deportivas, de relaciones de amigos...pero no tienes ganas de plasmar nada de todo lo que cae debajo de esos posibles temas.

Y cierras todo y te vas. O, como ahora, escribes tonterías sin sentido y, cuando ya has rellenado unas cuantas líneas, pones un punto y final y acabas.

Esto es, a veces, como la vida misma: un punto y final y se acabó todo.