lunes, 31 de marzo de 2008

¡¡Hacía mucho tiempo...¡¡

Hacía mucho tiempo que no me pasaba por aquí.

Hacía mucho tiempo que no escribía ni una sola línea, que no dejaba constancia de mis impresiones, que no abría la boca para decir ni una sola palabra, pero hoy, y tras dejar las cosas al día, me he decidido a decir algo, a decir que aún estoy vivo y que puede que lo siga estando duranteeeee...duranteeeeeee...bueno, durante algún rato más.

Hace bastante frío y las nubes plomizas, de un gris fuerte y espeso, cubren el cielo. El viento es realmente helador: he salido un momento a la obra para ver cómo me llevan la puesta de ladrillos y no he aguantado en la misma ni diez minutos: lo justo para saludar a los albañiles y para ver un poco cómo llevan la marcha. No apetece lo más mínimo el estar en la calle, al aire libre. Se está mejor en casa.

Llevo muchos días con el problema de mi vesícula. Todavía estoy con ella y ella conmigo. El miércoles vamos a la consulta, a ver qué me dicen. Según cómo respiren me voy a urgencias al hospital de La Capital y al hospital de Mi Localidad le pueden dar mucho por donde amargan los pepinos: ¡O me solucionan el tema de los cólicos vesiculares que me dan casi cada dos o tres días, o me voy a La Capital a urgencias¡

Hoy ha sido el cumpleaños de mi señora y de mi hija la mayor. La una, conmigo en casa. La otra, con su hermana pequeña en nuestro piso de La Capital.

Al medio día han llamado al timbre:¡¡El de la floristería¡¡ Nos han traído un ramo de flores encargado a través de internet por mis dos hijas...¡¡Si es que son un sol¡¡. Luego, a eso de las tres de la tarde, han llamado para felicitar a su madre, y la madre ha aprovechado para felicitar, lógicamente, a la hija. Yo también.

Para esto de los regalos, la verdad es que somos algo raros, no somos mucho de hacer regalos. No obstante le hemos dicho a nuestra hija que se compre lo que quiera, no sé, unos zapatos, un chaquetón, un vestido, unos buenos pantalones...lo que sea, y que nos diga cuánto le ha costado que le mandaremos el dinero a su número de cuenta corriente.

Esta noche, mi señora y yo nos iremos a cenar por ahí para celebrarlo. Mi hija la mayor se va con sus amigas a cenar en La Capital y se lleva también, cosa lógica, a su hermana. Cenaran todas juntas y celebraran el cumpleaños.

Dios, cómo pasa el tiempo. Y parece que fue ayer cuando vi a mis hijas recién nacidas en brazos de su madre, sobre la cama de un hospital, con sus ojos cerrados, los puños apretados y la cara arrugada y sonrosada....y mira, ya son unas señoras hechas y derechas....Y yo también...

En fin, que voy a seguir haciendo un programa en Access que me han encargado para una asociación de la Tercera Edad: el Secretario de la misma me la ha encargado esta mañana. Quieren tener un control de todos los socios, etiquetas, correspondencia, listados, etc...y ellos, en ese mundo, se ahogan.

Feliz Semana.

sábado, 15 de marzo de 2008

Muy breve, que nos vamos...

Muy breve porque nos vamos a casa de unos amigos a tomar café...

Esta mañana he ido a La Capital a recoger a mi señora que, como dije el otro día, estaba allí cuidando a mi hija pequeña...

Ya está bien mi hija, gracias a Dios. Sigue con sus medicamentos pero ya está bien.

Nos hemos ido los cuatro a comer a un chino...¡ PERFECTO ¡. A mí es que me encanta la comida china. A mis hijas, también. A mi señora es a quien menos le gusta de los cuatro, pero como sabe que a los demás nos encanta y que tampoco lo hacemos tan a menudo como para poner mala cara, pues acepta de buen grado y no dice nada.

Después, dejando a nuestras hijas en el piso, pues una de ellas tenía esta noche fiesta de "fin de curso" (por el tema de las vacaciones de Semana Santa) y la otra no puede venir hasta el Miércoles, debido al trabajo, nos hemos venido los dos, tranquilamente, hasta nuestra Localidad. Hora y media de viaje relajado, hablando tranquilamente y con la música suave de fondo.

Tras una frugal cena, nos acabamos de arreglar un poco para marchar, como digo, a casa de unos amigos a tomar un café y alguna que otra copichuela.

Mi señora se está acabando de poner de punta en blanco (le hace falta muy poca cosa para estar hermosa: ¡¡Siempre lo está¡¡, pero ya sabemos cómo son las mujeres: se tienen que tocar y retocar y nunca se ven bellas del todo. Aunque yo, y como suele decirse, incluso con los "rulos" puestos la veo como a la más hermosa de las mujeres...¡¡no te digo nada cómo la veo cuando se "arregla"¡¡

En fin, lo dicho, que nos vamos, que ya la oigo venir...

Feliz fin de semana y Feliz Semana Santa.

jueves, 13 de marzo de 2008

Ayer, de correnderas...

Ayer, estando comiendo mi señora y yo, llaman al teléfono.

Antes de descolgar ya sabía que era una de mis hijas pues en la pantalla del registro de los números de teléfonos aparecía el número del teléfono de nuestro piso de La Capital.

- ¡Papá, estoy mal...me mareo y tengo mucha fiebre...me encuentro muy mal...¡

Justo nos ha venido a mi señora y a mí acabar de coger las cosas y bajar rápidamente a la cochera, arrancar el coche y desplazarnos lo más rápidamente posible hasta La Capital, a ver a nuestra hija.

En efecto, estaba mal. Tenía fiebre. Tenía un color de muerta que tiraba de culo. Estaba realmente débil. La hemos cogido y como tenemos un hospital a cien metros de casa, andando y sujetándola por la cintura, la hemos llevado a urgencias.

Tenía unas plaquetas en la garganta como tapaderas de cacerolas.

Le ha recetado unas pastillas para la fiebre y unos antibióticos.

Saliendo del hospital y llevándola agarrada por la cintura, se me ha caído, menos mal que la sujetaba fuertemente y no ha llegado a caer, pero notaba todo su peso muerto apoyado contra mí. No le aguantaban sus piernas, Unos pasos más adelante y entre dos coches aparcados junto a la acera, ha vomitado.

Nos hemos quedado toda la tarde con ella. A última hora de la tarde se encontraba más animada, tras haberle aplicado los medicamentos recomendados por el médico que la había visitado. La mayor, cuando ha venido del trabajo, a las 7h., es cuando la pobre se ha enterado del mal de su hermana.

Mi señora se ha quedado en La Capital para cuidarla y yo me vine a última hora de la noche pues tenía cosas que hacer con respecto a la obra de nuestra nueva casa.

He llamado, a lo largo del día, varias veces. Ya está mejor pero sigue en cama. Bueno, por lo menos tengo la enorme tranquilidad de que va mejorando y de que mi señora no se va a despegar de su lado. Y eso ya es más que suficiente garantía de éxito seguro.

Yo me apaño con mis comidas y mis cenas, tan ricamente. Sin problemas.

Mi señora me ha dicho que si mañana por la tarde está bien, como cree que así será, que me llamará para que vaya a buscarla para traerla a casa. Igual me traigo ya a las dos porque creo que les dan las vacaciones de Semana Santa el mismo viernes...Ya veremos. La mayor, como trabaja, hasta el próximo miércoles no vendrá a casa.

Señor, Señor, y que siempre estamos los padres encima de los hijos...Cuando son pequeños, porque son pequeños. Cuando son "medianos", porque son medianos. Cuando son grandes o mayores, pues porque son grandes o mayores (aunque mayores somos entonces los padres). El caso es que siempre estamos pendientes de los hijos. El caso es que siempre somos los primeros en echar una mano o en dejar todo por ayudar y servir a esos hijos o hijas de nuestras entretelas, esos hijos o hijas que por muchos "problemillas" que nos den no son nada comparados con una sola satisfacción de esas que de vez en cuando nos dan y que con tanto placer y orgullo recibimos.

Me voy a leer un poco a la cama, que he llevado un día de no te menees.

¡¡Qué grande se me va a hacer hoy también la cama...¡¡¡

Y cuánto hecho de menos a mi señora, Señor...

Feliz fin de Semana.

domingo, 9 de marzo de 2008

¡¡Buen fin de semana¡¡


Pues como dije ayer, por la mañana nos fuimos mi señora y yo con el coche a La Capital, a ver a nuestras hijas.

Llegamos a las 12, más o menos, y tras estar un rato con ellas en casa hablando de nuestras cosas, nos fuimos a comer al restaurante que solemos ir cuando las vamos a ver:¡Tenía mesa reservada desde el jueves¡

Como siempre, comida amena y risas de los cuatro alrededor de una mesa, en un ambiente acogedor y "rústico"....Y decir, de paso, que cada día que pasa me siento más orgulloso de mis dos hijas. Y no es amor de padre, que también, pero son preciosas, son cariñosas, de facil y fluida conversación, trabajadoras...Ayer, con mis tres mujeres alrededor de la mesa del restaurante, me sentía el dueño del lugar...

Pasamos después unas horas con ellas antes de partir de nuevo para nuestra Localidad de origen: Teníamos cena con unos amigos...

Y a las 8 de la tarde-noche ya estábamos todos en la "bodega" de la casa de nuestros amigos: 9 parejas, 18 personas en armonía alrededor de una enorme mesa de madera y con la calor que salía de un enorme fogón: viandas a todo trapo, buen vino de la tierra, cava, cafés, carajillos, alguna que otra bebida para aligerar la digestión...¡y así hasta las 12 y algo de la noche¡

¿Y hoy por la mañana?. ¡¡Mi moto y yo¡¡

Me he levantado casi sin hacer ruido para no despertar a mi señora, a eso de las 8 de la mañana, y a las 9 ya estaba con el depósito de gasolina lleno, con un cortado que me he tomado en un hotel a la salida de Mi Localidad, y sobre mi "montura", dirección a la concentración motera que se celebraba a unos 80 km. de mi lugar de residencia.

Allí me he encontrado con los amigos de mi Club de La Capital, con algunos nuevos que venían por primera vez, con los viejos de siempre...el ambiente era arrollador: ¡Más de 400 motos según los organizadores¡

Arriba os pongo una mezcla de colores moteros, tomada la foto acercando las máquinas con el zoom para apreciar ese amasijo de hierros multicolores.

La reunión con los amigos, como siempre: perfecta.

La despedida de los amigos, como siempre: esperanzadora e ilusionada.

El regreso a casa, como siempre, alegre, satisfecho, feliz...

Y por la tarde, a votar. Y ahora a ver quién sale elegido.

Que gane el mejor.

Feliz semana.

sábado, 8 de marzo de 2008

Me voy...

Hace días que no escribo.

No puedo. Estoy más liado que una alfombra persa.

Ahora, mientras mi señora se acaba de duchar (yo me he adelantado, jejeje..) pues aprovecho para escribir dos lineas: ¡¡Nos vamos a La Capital a pasar el día con nuestras hijas¡¡. Hasta la noche, porque luego, a la vuelta, tenemos cena con unos amigos en la "bodega" de la casa de uno de ellos.

Bueno, que me llama la señora para marchar.

Imagino que mañana, como también tengo concentración motera, aprovecharé y contaré algo de lo de hoy y de lo de mañana.

Realmente os echaba de menos.

Feliz fin de semana.

domingo, 2 de marzo de 2008

Salida Perfecta...


Ayer, sábado, había quedado con una cuadrilla de moteros de mi Club que venían de La Capital hacia mis tierras sureñas (respecto a La Capital).

A las 9:30 de la mañana ya me había hecho yo unos 40 km. y estaba esperándoles en la cafetería de una gasolinera.

Sobre las 10, ví que entraban en la zona un grupo de moteros:

- ¡Ya están aquí -pensé. Salí de la cafetería, nos saludamos, nos abrazamos...Pero allí faltaban motos...

- Vienen detrás, nosotros hemos venido algo más ligeros...

Enseguida nos reunimos todos. En esa misma localidad, dentro del pueblo y en un bar que ya conocíamos de otras veces, almorzamos todos juntos, juntando tres mesas.Más de una hora estuvimos allí comiendo, bebiendo algunos pequeños tragos de buen vino (sin pasarse por aquello de los controles policiales de alcoholemia), hablando de todo, contando anécdotas, chistes, haciendo fotos...¡¡Todo perfecto y dentro de una armonía maravillosa¡¡

Seguimos luego ruta por una carretera impresionante: curvas continuadas, grandes carrascales, impresionantes cortados de piedra, gargantas estrechas entre muros de piedra caliza, pueblos sin apenas gente, de esos en los que el simple ruido del motor de unas motos, cruzando sus calles, es motivo de asombro y de parar de sus labores para ver pasar las motos y sus gentes.

Llegamos a un pequeño pueblo en el que, según nos dijo la chica joven que nos atendió en el único bar que hay junto a la plaza de la pequeña Iglesia parroquial, viven 27 personas: Tranquilidad total, ausencia de ruidos y estrés, calma total...campo y naturaleza a 20 metros de cualquier casa.

Tomamos unos cafés y, allí mismo nos despedimos. Mis amigos se iban por una dirección, contraria a la mia, hacia La Capital, y yo, para no repetir ruta, me fuí por otra distinta a la que habíamos empleado momentos antes: Ese sí que era un paisaje de impacto. Allí sí que los cortados de la carretera impresionaban. Tuve que parar dos o tres veces para hacer fotos porque eso yo no me lo podía perder. ¡¡Hasta los buitres volaban bajos, a escasos metros de los cientos de curvas de la carretera¡¡. Allí, sobre la moto, los veías volar bajos, lentos, con sus alas desplegadas, buscando alguna pieza que devorar. Se oía, cuando paraba a hacer alguna foto, hasta el suave aleteo de sus alas pasando a escasos metros de mi cabeza.

Y allí, a la entrada de un pequeño pueblo con unas ruinas de un viejo castillo en un roquedal situado a un lado del mismo, me he hecho esta foto que presento. A la derecha de la foto, sobre ese pequeño montículo pardo que se aprecia, es donde estan las ruinas del viejo castillo, dominando el pequeño y tranquilo pueblo.

Y en esas condiciones llegué a la carretera general, y de allí, en media hora más de viaje, hasta casa.

Todavía tengo la grata sensación de la jornada de ayer: por los amigos, por el buen rato pasado y vivido, y por la naturaleza tan impresionante que vimos todos.

Hemos quedado en repetir esa misma ruta de cara a la primavera:¡¡Para entonces tiene que ser impresionante¡¡

Feliz domingo y feliz semana entrante.