domingo, 26 de septiembre de 2010

Hoy no hablaré del Gobierno

Pues eso, lo dicho, que hoy no voy a hablar del Gobierno: ¡¡que se jodan¡¡

Ayer, mi cuadrilla de amigos moteros se fueron a la playa a comerse una buena paella. Yo tenía otras obligaciones en casa y no pude ir. Hoy, en cambio, ha sido totalmente al revés: mis amigos no han salido porque han participado de una marcha senderista y yo, en cambio, me he ido, solo, a dar una buena vuelta con mi moto.



La temperatura no era excesivamente calurosa precisamente: 9 grados al salir de mi casa es lo que marcaba el termómetro de mi moto. El cielo, totalmente cubierto de unas nubes grisáceas y que no presagiaban nada bueno. El viento, bastante fuerte. Y eso es lo que más me ha molestado.

La primera parada, en una fuente muy rara que hay a unos 50 km. de casa, rodeada de árboles, de chopos, y con algunas mesas de hormigón en sus inmediaciones, para uso y disfrute de la gente que tenga a bien parar allí a descansar un poco. El sitio era tranquilo, pero la idea que yo tenía era la de hacer unos cuantos kilómetros y no me he parado mucho: aún me quedaban muchos kilómetros por hacer.

Tras esa parada de la fuente (la de la foto que acompaño), he seguido ruta. El viento seguía empujando fuerte y moviéndome de vez en cuando. He ruteado unos 60 km. más hasta un cruce en el que he girado 90 grados de tal modo que, a partir de ahí, el viento me empujaba desde atrás y no lateralmente como hasta ese momento.

Me he acercado a un pequeño pueblo que he visto desde lejos y que estaba en lo alto de un montículo con un cortado muy vertical en la parte más alta del mismo, que es donde estaba su iglesia. Por entre sus callejuelas soplaba un viento realmente fuerte. Me he acercado hasta un mirador que tienen hecho justo detrás de la iglesia y en el mismo cortado, un pequeño abismo de más de 200 metros de altura. La verdad es que el paisaje que se veía desde allí era enorme y muy bonito: mucho verde, caserios diseminados por toda la planicie, zonas de chopos distribuidas por aquí y por allá...y el viento soplando con todas sus fuerzas, obligándome, casi, a cerrar los ojos para poder ver algo.

Después me he ido a ver una torre árabe que tienen en un pequeño rincón del pueblo y que están restaurando, aconsejado por un paisano que he visto por las calles del pueblo. Imaginando al rey moro asomándose por aquellos ventanales abovedados de la mencionada torre, he soñado un rato mientras le hacía unas cuantas fotos.



Después, un paseo hasta la puerta de la iglesia, un saludo a una señora muy mayor que iba andando con un perrito a su lado y apoyándose en una gayata, foto a la portada de la iglesia y de nuevo a subir a la moto para continuar viaje hasta casa. Hubiera entrado en la iglesia, de estar abierta, pero estaba cerrada.

He llegado a Mi Localidad y tras parar en el bar que tenemos como Sede, me he tomado un par de cervezas hablando con el dueño del bar mientras le contaba las peripecias del día de hoy. Despedida y a casa.

Perfecto el día. Muy bonito e instructivo todo lo que he visto y fotografiado. Más recuerdos al album de fotos del ordenador. Cientos y cientos de fotos tengo de docenas y docenas de pueblos de todos los alrededores, cercanos y menos cercanos...¡cientos de fotos¡ Tengamos en cuenta que cada domingo, generalmente, salimos los amigos con las motos, y eso, semana tras semana, mes tras mes, año tras año...suman muchos lugares, muchas fotos, muchas experiencias...Mucha VIDA, en definitiva.