miércoles, 17 de noviembre de 2010

El perro y el gato

El otro día, hace unos diez días, alguien abandonó en el patio de mi casa un gato precioso, de apenas mes y medio, mezcla de gato siamés y algún que otro tipo de gato, con un pelo abundantísimo, una mancha blanca en el pecho en forma de corazón...¡precioso¡

Image and video hosting by TinyPic

Estaba enrollado sobre sí mismo, muerto de frío y totalmente acobardado. Lo recogí y lo metí en casa. Tenía los ojos enfermos, totalmente enrojecidos y como caídos, no sé, muy raros. Quizás por eso lo abandonaron.

Mi señora le limpió los ojos como pudo, le dimos leche, agua y unos trocitos de jamón de york...¡¡y se tiró de cabeza a por todo lo que le dimos¡¡ Tenía que estar muerto de hambre y de sed.

Al día siguiente lo llevamos al veterinario. Lo miró, le puso una inyección y nos dijo:

- Pasado mañana me lo vuelves a traer...

Lo volvimos a llevar al cabo de esos dos días pero ya vimos nosotros que con la alimentación que le dimos, la calorcita del hogar, su sitio con su toallita para dormir, su cajita con tierra para hacer sus cosas, y la limpieza de ojos que le hacía mi señora cada día, el gato estaba recuperándose a marchas forzadas.

Image and video hosting by TinyPic

Volvimos cuando nos dijo el veterinario y tras percatarse de que el gato estaba casi perfectamente bien, le puso otra inyección.

- Vuelve el viernes. Creo que ya estará listo para recibir el alta médica...

Volvimos el viernes. El gatito estaba perfectamente bien pero volvió a ponerle otra inyección para reforzar y asegurar. Nos dio el alta. El gato ya estaba perfectamente bien.

Y lo estaba: andaba por casa detrás de nosotros. Maullaba cuando tenía hambre y dejaba de maullar cuando saboreaba la comida que le poníamos. Hacía sus cosas en la arena que tenía preparada en su caja de plástico. La tapaba. Salía y se subía por el sofá. Correteaba. Se escondía por entre los cojines...Era una gozada verlo disfrutar y verlo totalmente recuperado.

Pero ya tengo una perrita en casa. Y no puedo hacerme cargo de todo.

Mi señora habló con una amiga que tiene un hermano, casado en Madrid, y que va buscando uno. Lo vio y dijo:

- ¡Precioso...si me lo das me lo llevo ahora mismo...¡

Al día siguiente vino a buscarlo y se lo llevó. Me dio mucha pena. Me estaba encariñando con el bicho. Le hemos hecho infinidad de fotos, tanto a él solo como a él y a mi perra, como a él con mi señora y conmigo...Dice la chica que se lo ha llevado -a la que vemos todos los días por trabajar al lado de casa- que nos enviará fotos del gatito conforme vaya creciendo. Eso espero.

Y eso es lo que tenía que contar en el día de hoy: La historia de un gatito abandonado, su relación con algunos humanos y con mi perrita westy, perrita que al principio le ladraba mucho pero que al final se tocaban las narices y se mantenían pegados el uno junto al otro.

Y eso que dicen que el perro y el gato son enemigos irreconciliables. Yo no estaría tan seguro.