Vaya calorcita que nos está haciendo. Tan pronto nos morimos de frío, agua, viento, nieves, nieblas, heladas...como nos vamos derritiendo por la pata abajo y pasamos de pesar 80 kg. a pesar 24, más o menos.
Esta mañana he salido con mi perra a hacer sus cosas. Todavía no hacía calor y por la calle se estaba medio bien.
A las dos de la tarde la he vuelto a sacar...¡¡Virgen del Amor Hermoso, la que estaba cayendo...¡¡ En el porche de mi casa, a la sombrita, 38 grados, así como el que no quiere la cosa. Al sol no quiero ni imaginar el punto al que debe de estar posicionado el mercurio.
Hasta mi perra se ha percatado del asunto porque, tras hacer sus cosas a esa hora de chamusquina callejera, ha cogido con la boca la correa con la que la llevo sujeta y, sin soltarla, ha empezado a tirar de mí en dirección a casa como diciendo:"¿Estás tonto o qué? ¿Qué haces por la calle a estas horas y con la que está cayendo?"
El caso es que he acelerado el paso siguiendo a mi perrita que seguía delante de mí, tirando y sin soltar de su boca la correa.
Nunca llueve a gusto de todos ni nunca hace la calor que hace hoy a gusto de todos. Seguro que para algunos, aún hace "fresco" y para otros, aunque bajaran las temperaturas 20 grados tampoco sería ninguna cosa del otro mundo.
Pa gustos y calores, los colores.
