Ayer por la mañana, domingo, salimos 7 amigos a dar una buena vuelta con las motos. El tiempo era insuperable para viajar en moto, y las carreteras que atravesamos, perfectas de firme y con algunas curvas para animar el cuerpo. En esta ocasión me acompañó, de "pakete", mi hija pequeña. En un momento determinado del recorrido me pidió la cámara de fotos, se la pasé y comenzó a hacer fotos a todos los compañeros, empezando desde la cola de las 7 motos y luego uno a uno, adelantándolos, inmortalizando una magnífica salida.
Almorzamos en un pequeño bar de un pueblo de no más de 200 habitantes, a pie de carretera. Impresionante el almuerzo y realmente económico. Es en estos sitios donde verdaderamente se almuerza con las tres "bes" como estandarte: BUEN sitio, BONITO, y BARATO.
Tras el almuerzo y la sobremesa correspondiente contando nuestras aventuras y hablando deeeee...creo que de motos, seguimos ruta, tranquilos, sin ir demasiado rápidos, yo llevaba una "gran responsabilidad" en el asiento trasero de mi moto.
En un "stop" y poco antes de girar hacia nuestra localidad para dar fin a la magnífica salida, mi hija estiró el brazo e hizo la instantánea que acompaña este post. Me hace ilusión tener esta foto con mi hija y poder presentarla aquí. Si es que los padres tenemos todos unos corazoncitos que no nos caben en el pecho ni dentro del chaquetón motero -los que seamos moteros, claro-
Después llegamos al bar de Nuestra Localidad, al bar que tenemos como base, y desde el que salimos a las 9:15h. de la mañana todos los domingos y al que volvemos sobre las 12:30h, o las 13:00h. a tomarnos las dos últimas, acompañadas, siempre, por algún picoteo a base de lo que nos quiera "regalar" la camarera o camarero de turno.
Tras la última foto, hecha, como siempre, por la persona que en ese momento esté detrás de la barra del bar, despedida y hasta el domingo que viene, en el que pensamos pasárnoslo tan bien, cuando menos, como este que acabamos de dejar a nuestras espaldas.
Feliz Semana.