sábado, 26 de junio de 2010

En la paridera...


Ayer me llamó un amigo motero:

- ¿Quedamos mañana a las diez en Tal sitio para almorzar?

- Quedamos...pero yo iré en coche porque todavía no me atrevo a montar en burra...

- Vale...

Y hoy, a las diez de la mañana, nos hemos juntado.

Hemos almorzado, hemos tomado un vasito de vino con gaseosa, un carajillo, hemos hablado un buen rato de nuestras cosas y de nuestro mundo y después nos hemos despedido hasta la siguiente.

Él ha seguido ruta con la moto, quería pasar el día por ahí, viendo cosas, marchando a su aire, tranquilamente. Yo he vuelto a casa, con la familia, a seguir la recuperación tras la operación del día 9 del presente mes.

A eso de las cinco de la tarde me ha llamado el amigo por teléfono:

- ¡¡Estoy en una paridera, en medio de no sé dónde, refugiándome de una manta de agua que me ha caído y que está cayendo, que ni te cuento...Me sale el agua hasta por las orejas...¡¡

- ¡¡No jodas...pero...¿tanto te ha caído?¡¡

- ¿Tanto, dices? ¡Más...me ha caído más¡

Bueno, a pesar de toda esa tremenda "desgracia", nos hemos estado riendo un rato por teléfono mientras me contaba dónde estaba, en qué condiciones, y cómo había estado quitándose toda el agua de encima. Imagino que ya habrá parado de llover y que habrá podido abandonar su refugio de la paridera en medio de la nada, de lo contrario lo veo durmiendo entre pajas y cagadas de ganado, cual Niño Jesús Recién Nacido...

El mundo de la moto, al que tanto echo de menos desde la operación pasada, es lo que tiene.

Feliz fin de semana.