sábado, 25 de diciembre de 2010

Ni frío ni calor

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Esta mañana de NAVIDAD me ha tocado hacer limpieza de mi bodega de los restos de la batalla de ayer por la noche: Cenizas del fogón, abastecer de leña para la próxima, escobar y fregar suelos, limpiar pantalla de cristal, escobar porche y limpiarlo de hojas secas, fregarlo, recoger vajillas, limpiar y adecentar bancada...y mi perra detrás, tocándome las narices.

Menos mal que mientras hacía todo eso, lo que correspondía a la parte de exteriores, lo estaba haciendo en unas condiciones climáticas estupendas: ¡¡Ni frío ni calor...cero grados¡¡ Se me han quedado las entretelas, los pellejos, las narices, las orejas, las manos...como para poner todo eso en el culo de alguien.

¡¡Joder, qué día está haciendo¡¡ Y encima, con un viento helador que hace aumentar bastante la "sensación" de frío. Me he quedado, como suele decirse, "pajarito".

Bueno, pues ya que paso por aquí a comentar mis incidencias mañaneras del día de Navidad, aprovecho para desear de nuevo a todos un FELIZ DÍA DE NAVIDAD, mientras espero, todavía, poder entrar en calor, cosa que estoy haciendo muy lentamente mientras escribo estas pocas líneas.

FELIZ DÍA DE NAVIDAD A TODOS.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Día de Viento

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Ayer se levantó un viento por aquí que no veas lo que cuesta mantener los ojos abiertos para ir por la calle cuando vas en contra de los soplidos del dios Eolo.

Pero he de decir que me encanta el viento, sobre todo si lo oigo desde la cama, oyendo sus subidas y bajadas de tono, golpeando contra las persianas del balcón de mi terraza, y yo enrollado entre sábanas y edredones con los ojos cerrados y arrullándome con ese sonido mágico.

Pero en cambio, cuando voy con la moto, ya no me gusta tanto. Mejor dicho: ¡¡NO ME GUSTA NADA¡¡

Si hay algún motero leyendo esto sabrá de lo que hablo.

Pero procuro, cuando hace viento, dejar aparcada la moto en el garaje. La mejor manera de evitar una caída de moto cuando hace viento es quedándose en casa con los pies metidos dentro del brasero -cuando hace frío-, o en un barreño de agua fresca, cuando hace calor.

Pero no estamos hablando de motos, estamos hablando de lo mucho que me gusta el viento...¡¡desde la cama¡¡. El viento limpia todo. Se lleva todo lo malo. Arrastra porquerías y se las lleva lejos. Seca la ropa tendida. Renueva el ambiente. Purifica la atmósfera y abrillanta por dentro nuestros pulmones. Deja la piel tersa y elimina virus, moscas y mosquitos. Elimina todo lo malo. Y todo eso está realmente bien.

Me encanta el viento...desde casa o desde la cama.

Aprovecho este viento que hace para, con su fuerte empuje, volver a enviar a todos mis más sinceras felicitaciones y mis mejores deseos de paz y felicidad para el año que está a punto de entrar.

Espero que con esta fuerza que el Dios Eolo pone a mi disposición, mis deseos puedan llegar a todos los rincones del mundo.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Día de lluvia y perros

Llueve. Mal día para mí. Podría decir, incluso, que bastante mal día. Simplemente.

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Los agricultores y labradores suelen decir que el agua de lluvia es oro para sus campos, pero como nunca llueve a gusto de todos, para ellos será oro pero para mí, aun gustándome la lluvia, me fastidia bastante.

Pero todo tiene solución excepto la muerte.

Y el problema es que tengo una perrita de raza westy a la que tengo que sacar, todos los días, 4 veces a la calle a que haga sus cosas. O la saco o me lo hace todo en casa. Y no estoy por la labor.

Esta mañana he abierto los ojos y ya he sentido, en el suelo de la terraza de mi dormitorio, el chapoteo del agua.

- Mal empezamos para ser jueves...-Me he dicho mirando hacia la puerta de salida a la terraza.

A las 9:30h., mi perrita no paraba de "avisarme" de que no se podía aguantar más, que hasta aquí habíamos llegado, caballero.

Me he puesto el chaquetón. He puesto la correa al pobre bicho. He cogído el paraguas y las llaves de casa y...¡¡a la aventura¡¡

Para que mi pobre perrita no se mojara, la he llevado en brazos y haciendo malabarismos con ella y con el paraguas, hasta su sitio de costumbre. Allí la he soltado y, en un plis-plas ha hecho todo lo que tenía que hacer, sacudiéndose de vez en cuando el agua que se le iba amontonando en el pelaje. La he vuelto a coger en brazos y, a todo ritmo, vuelta a casa.

Ahora ya la tengo "arreglada" hasta las dos o dos y media de la tarde. Esperemos que para ese momento no llueva. Y si llueve me tendré que "joder". Es lo que tiene el tener en casa un perro al que quieres, al que te has acostumbrado, con el que te lo pasas muy bien y te hace mucha compañía, etc, etc, etc.

Felices lluvias, digoooooooo, fiestas...felices fiestas de parte también de mi perra.

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miércoles, 22 de diciembre de 2010

¡¡Feliz Navidad¡¡



Hoy me paso por aquí para desear a TODOS los blogueros de BLOGGER.COM unas MUY FELICES FIESTAS DE NAVIDAD Y UN VENTUROSO AÑO 2011. A todos.

A todos esos amigos que leen, alguna vez, alguno de mis posts. A todos esos "no tan amigos" que no los leen o, si los leen, pasan olímpicamente del post y de mí. A todos esos que comentan con respeto algunos de mis escritos. A todos esos que cuando comentan, lo hacen faltando al respeto. A todos los que piensan más o menos como yo y a todos los que piensan de manera totalmente diferente. A ellos. A ellas. A todos, desearos Feliz Navidad y un Venturoso Año 2011. A todos.

FELICES FIESTAS Y PRÓSPERO AÑO 2011

martes, 21 de diciembre de 2010

Detrás del espejo

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Verano del 2007. Galicia. Un autobús de unas 40 personas llega a un pequeño hotel de un pequeño pueblo costero, un hotel de esos llamados "familiares", pequeño y coqueto.

Tras alojarse los clientes y pasar su primera noche, llega el día siguiente y tras el desayuno, a las 8 de la mañana, emprenden un viaje de visita con el propio autobús. Sólo una pareja permanecieron en su habitación sin ir a ese recorrido visual de la ciudad próxima. El motivo es que ya habían estado en otra ocasión en dicha ciudad y prefirieron seguir durmiendo.

A las nueve y media se presentó la pareja en el comedor del hotelito dispuestos a dar buena cuenta de su desayuno. La hija de los dueños les preparó la mesa y les sirvió un buen desayuno. Estaban solos en todo el hotel. Desayunaban casi en total silencio puesto que, al estar solos, cualquier ruido de cubiertos se oía en todo el salón-comedor.

De pronto, unos gritos en el piso de arriba les hizo dejar de comer, paralizándose y mirándose asustados mientras hacían ademán de levantar la cabeza hacia arriba.

La hija de los dueños bajó saltando las escaleras, llorando, y se dirigió a la mesa de la pareja.

- ¡¿Pueden subir conmigo a la habitación de la señora que nos ayuda con la limpieza? Me parece que...¿pueden subir, por favor?¡

La pareja subió rápidamente al piso de arriba. Llegaron al rellano y esperaron a que la joven les indicara algo. La muchacha pasó por delante de la pareja y abrió la primera puerta de la izquierda del pasillo que tenían delante, echándose a un lado.

El hombre entró. La habitación estaba con la luz encendida. La cama sin deshacer, y en el centro de la habitación una señora de unos 50 años, desnuda y sentada en una silla de madera, los brazos apoyados en los brazos de la silla y una pequeña toalla puesta por encima de los hombros. La cabeza inclinada un poco hacia atrás y la boca semiabierta.

El hombre tocó a la mujer cogiendo con su mano derecha las dos mejillas de la señora. Rápidamente soltó echándose hacia atrás mientras decía:

- ¡¡Esta mujer está muerta...está helada¡¡

La hija de los dueños comenzó a gritar. Bajaron abajo y llamaron a la Guardia Civíl.

Todo lo demás ocurrió muy rápido: coches de la Guardia Civíl, coches de atestados, coches de la funeraria, alguna que otra pregunta a la hija de los dueños y a la pareja...hasta que todo quedó, al final de la mañana, con la normalidad habitual de un día de hotel.

La pareja se fueron, comentando el tema y aún asustados, paseando calle abajo hasta la playa. Poco antes de llegar a la misma encontraron un pequeño bar, vacío en ese momento, y entraron a tomarse unas cervezas para recuperar el estado de ánimo.

El bar era un bar estrecho y alargado y con la barra a la derecha, con algunos taburetes altos. A la izquierda, varias mesas apoyadas contra la pared. En un extremo de la barra y dentro de ella, el dueño sentado en un alto taburete y apoyado contra la pared. A todo lo largo de la barra, un enorme espejo que reflejaba todo el bar dando sensación de un espacio mucho mayor de lo que en realidad era.

La pareja se sentó en dos taburetes apoyando los brazos en la barra y mirándose en el enorme espejo que tenían delante.

- Dos cervezas, por favor.

El dueño, un señor mayor, les sirvió con mucha lentitud dos cañas, volviéndose a su sitio. La pareja permaneció un rato sin hablar.

El hombre echó un trago levantando la cabeza.Sin quitarse el vaso de la boca abrió los ojos como platos mientras permaneciá unos segundos totalmente paralizado. Bajó lentamente el vaso hasta la barra y, golpeando suavemente con su codo derecho a su esposa, al notar que ella le miraba, le hizo un gesto con la cabeza indicando el enorme espejo que tenían delante. La esposa abrió mucho los ojos y respiró con fuerza.

Allí, en el espejo, reflejada, estaba la muerta del hotel, desnuda, con la toallita sobre los hombros y sentada en una de las sillas del bar.

La pareja permaneció unos segundos sin apenas respirar y sin poder quitar los ojos de la mujer del hotel que, desde un par de metros por detras y reflejada en el espejo que tenían delante, les miraba sonriendo.

Por fin se decidieron a encararse con la mujer. Se giraron lentamente los dos dispuestos a gritar y...allí no había nadie. Las mesas estaban vacías. Se miraron entre ellos, asustados, los ojos muy abiertos, las bocas entreabiertas...lentamente se volvieron hacia el espejo, y allí estaba la mujer del hotel, desnuda, sentada en una de las sillas del bar, con la toallita sobre los hombros, sonriendo desde detrás del espejo.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Tres cervezas

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El joven deambulaba, lentamente y con las manos en los bolsillos de su gabardina, por unas calles estrechas, sucias, llenas de gente perdida; calles póbremente iluminadas a esas horas de la noche con luces rojas, amarillas y verdes, en las entradas de algunos tugurios.

Algunas mujeres, de edad algo mayor la mayoría de ellas y horríblemente pintadas y maquilladas y con faldas apretadas y cortas, entraban y salían de vez en cuando acompañadas por algún atrevido, se metían en una escalera estrecha de la puerta de al lado del bar y desaparecian escaleras arriba.

Los demás se quedaban mirando a la pareja con cierta envidia mientras seguían mirando a todos y a todas, entraban y salían, fumaban, se paraban, hablaban entre ellos y observaban.

El joven se quedó mirando, con la cabeza echada hacia atrás, los carteles de una película que echaban en un antro que algunos llamarían cine, iluminados desde arriba por una repugnante bombilla que arrojaba una supuesta luz blanca.

- Cien pesetas y la cama... -oyó que decía a su lado una voz rasposa, rasposa y ronca, por efecto del vino malo.

El joven se giró a su izquierda para ver, empequeñecida, a una vieja de unos setenta años, mal pintada de rojo, arrugada y con ropas de colores chillones, con unas medias de malla rotas y con un cigarro sujetado entre los dedos de su mano derecha.

- ¿Cómo dices...? -respondió el joven entrecerrando los ojos, mirándola.

- Cien pesetas y la cama.

- ¡¡Venga, hombre...vete por ahí...¡¡

El joven se dio la vuelta y continuó su camino, perdiéndose entre la abundante gente.

En esos días y para que nos hagamos una idea de lo que pedía la vieja prostituta, una cerveza en la barra de un bar costaba treinta pesetas. La vieja le estaba ofreciendo sus servicios sexuales por el importe de unas tres cervezas, aproximadamente, el equivalente ahora a unos cuatro euros y medio. Pongamos cinco.

La vieja abandonó el espacio de la cartelera de cine y, deambulando cansinamente, se fue perdiendo entre la masa de posibles clientes, mirándolos a los ojos, sonriendo, mostrando unos dientes amarillentos y manchados de rojo, mientras ofrecía, de vez en cuando a algún posible amante, sus servicios amorosos por el importe de tres cervezas frescas.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Salto sin paracaidas

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He visto un vídeo en internet que me ha puesto los pelos de punta.

Se refiere el tal vídeo a esos saltos que hacen algunos desde un avión a 4.000 metros de altura y lo hacen...¡¡sin paracaidas¡¡ y, como en el vídeo que comento, sólo con unas gafas de sol y un bañador rojo.

El ¿intrépido? saltador se ve, en el vídeo, adormilado en el suelo de la avioneta. De pronto, bebe algo -igual ha sido esa bebida la que le ha hecho saltar- y, acercándose rápidamente a la puerta de la avioneta, salta al vacío.

Detrás saltan dos señores más, esos con sus correspondientes paracaidas y con sus ropas de salto, es decir, perfectamente pertrechados.

Hacen unas piruetas en el vacío, se acercan, se separan, y, en un momento determinado, uno se acerca al "bañista" por detrás, se atan y abren el paracaidas.

Yo, que soy una persona que tiene ciertos reparos a las alturas y al hecho de ponerme en la orilla de un "abismo", viendo esas imágenes se me encogían las entretelas.

La verdad es que algunos los tienen cuadrados. Estoy seguro. La foto que acompaña el post pertenece a una instantánea del vídeo en cuestión.

En fin. De todo tiene que haber en la viña del Señor.

jueves, 16 de diciembre de 2010

La Navidad

Me encanta la Navidad. Qué quieren ustedes que yo les diga. Me encanta la Navidad.

Algunos dicen que son unas Fiestas muy Falsas, muy hipócritas, donde la gente dice frases vacías de contenido y de sinceridad, de verdad, de amor; donde sólo dicen las frases que dicen por quedar bien, por cumplir con la costumbre, por tapar apariencias...pues muy bien.

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Yo, en un mundo lleno de miseria, de envidias, de egoísmos, de guerras, de intereses, de individualismos...y todo eso durante TODO UN AÑO, prefiero un mundo en el que, aun teniendo todo eso, por lo menos lo aparquemos durante un mes para desear al vecino unas FELICES FIESTAS y un PRÓSPERO AÑO NUEVO, aunque no sea sincero del todo o aunque no lo sintamos muy dentro de nosotros. Pero creo que sólo por el simple hecho de desear todo eso al vecino, ya hacemos algo que no hacemos el resto del año. Ya entablamos una relación que no la entablamos durante el resto del año. Ya creamos una corta relación y familiaridad que no mantenemos durante el resto del año. Ya nos acercamos al vecino, le damos la mano, le deseamos todo lo que suele desearse en estas Fiestas y mantenemos un corto diálogo donde antes sólo había un frío saludo al cruzarnos con él en el rellano de la escalera.

¿Y las reuniones familiares? Gentes, padres e hijos, hermanos, cuñados y sobrinos...que no se suelen ver muy a menudo o que, incluso, no se ven en todo el año, y que en estos días se juntan para comer y cenar, para abrazarse, para volver a verse, para hablar de la vida, de los recuerdos, del futuro, de los planes, de las ilusiones, de los problemas de la vida, de los planes para mañana...¿Todo esto no vale nada?. Para mí esto vale muchísimo.

Algo hemos ganado. A mi entender hemos ganado mucho. Hemos ganado una tremenda barbaridad.

Y todo eso por no hablar de la ilusión de los niños. ¡Eso no tiene precio¡ Esas risas y sonrisas, esos sueños pensando en los regalos, esos juegos montando el Belén, o adornando el Árbol con guirnaldas, bolas, estrellas; esos villancicos, esas músicas que acompañan a esas luces parpadeantes y de vivos colores...En situaciones así se me saltan las lágrimas. Por nada del mundo dejaría de disfrutar estas Fiestas con mis seres más queridos, por nada del mundo.

¿Y aún hay gente que dice que las Navidades no valen para nada y que son unas Fiestas falsas e hipócritas? Yo no lo veo así. En absoluto. Para mí son las mejores Fiestas del Año y, sinceramente, ojalá fuera Navidad los 365 días del año, o, para decirlo de otro modo más acercado a la realidad: ¡¡Ojalá nos comportásemos todos, durante todo el año, como si del día de Nochebuena o Nochevieja se tratase¡¡

FELICES FIESTAS DE NAVIDAD A TODOS Y FELIZ AÑO. De todo CORAZÓN.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Esas cosas "raras"

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Estoy leyendo ahora un libro -lo empecé ayer- que habla de fenómenos paranormales -que no es lo mismo que fenómenos "para normales"-, y es que a mí estas cosas...

Habla, concretamente, del fenómeno de la BILOCACIÓN, es decir, de la potestad o la facultad de poder estar en dos sitios a la vez.

En mi pueblo hay un dicho que reza así: "No se puede estar en misa y repicando las campanas..." Si se está en misa no se pueden estar tocando las campanas, es decir, que no puedes estar en dos sitios a la vez. O sí. Al menos este libro habla de todo esto y lo da por bueno. Supongo que conforme vaya avanzando en la lectura del libro y adentrándome en sus argumentos se me irán despejando dudas, o se me irán liando más aún si cabe, ya veremos.

En principio y como desconozco el tema en profundidad, ni digo sí ni no, ni me lo creo ni me lo dejo de creer, ni lo acepto ni lo rechazo. Cuando me haya informado algo más sobre el tema -el autor es muy conocido y es un autor serio- entonces ya podré opinar con algo más de criterio.

O igual entonces sigo más liado y perdido que un pato en un garaje y será entonces cuando no diré nada porque no sabré qué decir.

Ya veremos.

martes, 14 de diciembre de 2010

Los Blogs


El tema este de los blogs es algo que engancha. Realmente engancha y ata. Ata mucho. Casi todos los días tienes que escribir algo: sensaciones, pareceres, estados de ánimo, comentarios sobre política, religión, los amigos, la familia...casi todos los días tiene que caer algo. Es una forma de comunicarnos con esos amigos que se van haciendo a través de la red, de los comentarios recíprocos, de los mensajes y correos...

Gente a la que jamás has visto y a la que, con casi total seguridad, no verás jamás, y que están ahí.

Gente con la que hablas, intercambiando mensajes, con una familiaridad y un cariño dignos de la mejor de las amistades personales. Gente que esperan tus post y tus comentarios y de los que tú esperas lo mismo. Gente a la que conoces sin conocer, a los que aprecias sin haber hablado jamás con ellos y a los que cada día esperas encontrar detrás de tu pantalla, en sus comentarios, en sus escritos, en esas frases que te dirigen a tí personalmente y que sabes que, en un momento determinado los vas a encontrar ahí, detrás de la pantalla de tu ordenador, para darte cualquier frase de ánimo y de aliento en algún momento de bajón emocional o de problema del tipo que sea.

Los blogs enganchan y atan. Y yo me encuentro feliz atado a estos espacios cibernéticos, feliz durante el tiempo que me cuesta escribir el post del día, relevante o no pero siempre sincero, feliz mientras respondo algunos mensajes, mientras leo los misterios de las mentes de otros que, como yo, delante de sus pantallas, expresan sus emociones echándolas al aire para que otros las recojan, allá en alguna desconocida parte del mundo.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Feliz cumpleaños



Hoy, hace no sé cuantos años, nací yo.

Siempre se ha dicho que lo importante no es el tener tantos o cuantos años, sino el poder contarlo. Y yo, de momento, lo puedo contar.

Hace un rato me ha llamado un amigo para felicitarme y me ha dicho:

- ...y que cumplas otros tantos...
- ¡¡No jodas¡¡ -le he dicho yo.

Es que hay amigos que con tal de joderte no saben cómo felicitarte.

Mi señora me ha regalado una chorrada que me ha hecho cási llorar, pero llorar por la emoción del detalle. Después, levantándose de la mesa -estábamos comiendo- se ha acercado y me ha dado un beso. Eso es todo lo que quiero. No quiero nada más. Ni más joyas, ni más dineros, ni más riqueza, ni más poder, ni más...sólo unas felicitaciones de mi señora, sinceras, y un beso. Todo lo demás, me sobra.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Sueño o realidad



Esta mañana me he despertado totalmente sobresaltado.

Eran las ocho de la mañana y, a través del balcón de mi dormitorio ya empezaba a entrar la claridad del día, iluminando suavemente mi habitación.

El motivo del sobresalto ha sido que, de pronto y a través de mis ojos cerrados, he visto con total claridad y nitidez a una señora joven sentada en el borde de mi cama, mirándome.

La he visto tan claramente como veo ahora el teclado de mi ordenador, tan claramente como pueda verse a un interlocutor durante una conversación de amigos, tan claramente que me ha saltado el corazón dentro del pecho, haciéndome incorporar en la cama echándome hacia atrás.

Apenas he abierto los ojos, como platos, y mientras estaba recostado contra el cabecero de la cama, la imagen ha desaparecido.

He mirado en todas direcciones de la habitación tratando de localizar a esa persona, el corazón todavía agitado y totalmente acelerado, pero no he visto nada. Estaba solo. Ni un sonido. Ni un movimiento alrededor. Nadie tangible. Nadie real. No había nadie en la habitación...

O sí...

viernes, 10 de diciembre de 2010

Solo en casa (dos)

¿Alguien no ha visto la película esa de un niño que se queda solo en casa y se defiende, perfectamente bien, de unos delincuentes que tratan de entrar a su casa a robar? Pues en esa misma situación me encuentro yo...pero sin delincuentes.

Mi señora se ha ido a La Capital, con mi hija pequeña, para hacer en el piso unas gestiones: que si el calentador no sé qué...que si la lavadora pierde agua...que si la fregadera no sé cuantos...que si limpieza por aquí, que si limpieza por allá...

Y yo solo en casa (dos).

Pero me defiendo perfectamente bien: me levanto, me hago mi camita, recojo todo, saco a mi perrita a la calle a hacer sus cosas, voy a comprar, me hago las comidas y cenas, limpio y recojo toda la vajilla, me meto un rato en internet, veo un poco la tele, leo por las noches cuando me acuesto...resumiendo: solo en casa (dos) pero sin delincuentes.

El domingo iré a La Capital a recoger a mi señora para traérmela a casa. Han pasado sólo dos días desde que se fue y ya la echo de menos. La llamo por las mañanas, al mediodía y por la noche. Y ella me dice:

- ¿Me echas de menos?

- ¿Quien, yo? No...lo que pasa es que te llamaba para ver cómo estabas...

- Ya...

Pues eso. Sólo en casa (dos) pero sin delincuentes.

Me voy a sacar a mi perrita a la calle a hacer sus cosas, que me está reclamando, la pobre.

martes, 7 de diciembre de 2010

Nueva salida en moto

Esta mañana ha amanecido nublado. Nada de frío: 14 grados en el porche de mi casa a las 10:00 de la mañana.

En esas condiciones me he dicho:

- ¿Qué tal si nos hacemos una pequeña salida con la burra para quitarle un poco la cascarilla al tubo de escape?

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Un alto en el camino

Y tal y como me lo he preguntado, así me he respondido y así he actuado: una hora más tarde y tras hacer unas gestiones para el tema de la cosecha de olivas de este año, he cogido la moto y, ¡¡zas¡¡, me he largado por ahí a dar una vuelta, no demasiado grande pero sí lo suficiente como para, como he dicho más arriba, quitarle la cascarilla al tubo de escape.

Al llegar me he encontrado, cerca de casa, con un amigo de la cuadrilla motera.

- ¿Te has enterado? -me ha dicho el amigo-

- No. ¿De qué me tengo que enterar?

- El Fulano, que lo entierran hoy por la mañana.

- ¿El Fulano?. Pero si ese señor debe de tener unos cuarenta y pocos años...¿Qué le ha pasado?

- 45. Algo de la cabeza. Se ve que ya le dio hace un par de años algo y ahora pues...lo ha rematado.

- Joer, tío. Está visto que para morirse uno sólo hace falta estar vivo.

- Sí...

Sólo hace falta estar vivo para morirse uno. Eso está más claro que el agua. Conclusión: comamos y bebamos, hermanos, comamos y bebamos, y cuando podamos, démonos una vuelta con la burra.

lunes, 6 de diciembre de 2010

¿Quien soy yo?

Una cosa es ser alguien, ser uno mismo, ser una determinada persona, un alguien que respira, y otra, muy distinta, es preguntárselo, preguntarse uno mismo que quién soy yo y por qué yo soy quien soy. Por qué pienso lo que pienso, siento lo que siento, veo, camino, como, bebo, duermo, toco, sufro, disfruto, pienso, lamento, intuyo, dudo...por qué me ocurre todo eso a mí y por qué hago todas esas cosas yo mismo y no otra persona. Y lo que es más importante: ¡Por qué me doy cuenta de que me doy cuenta de todo ello¡



Sólo una probabilidad muy pequeña entre millones de ellas ha hecho que sea yo quien soy y que sienta yo lo que siento...y no otro. Si esa probabilidad no se hubiera dado yo no sería quien soy ni existiría. Yo no estaría donde estoy ni sentiría todo lo que siento. En definitiva: El mundo NO existiría.

Si yo no existo, el mundo, el universo, la Vida, todo eso no existe. Porque yo no lo siento ni lo veo. Todo eso no existiría.

Resumiendo, señoras y señores: ¡¡Ustedes viven porque yo vivo. Y yo vivo porque usted, que me lee en este momento, está vivo¡¡

Estas deliberaciones filosóficas-trascendentales, más propias de una buena borrachera pseudointelectualoide que de una meditación personal, son las que se le pueden ocurrir a cualquiera cuando ese cualquiera no tiene nada que hacer, como es mi caso en la mañana del día de hoy. Qué se le va a hacer.

De modo que ustedes perdonen, pero es que cuando el Diablo no tiene nada que hacer, con el rabo caza moscas.

Feliz día de la Constitución, y gracias por vivir, de lo contrario yo no viviría y no podría haber escrito esta tontería.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Todo tiene un precio



Si alguien va por la calle, paseando tranquilamente, y tropieza con algo cayendo de bruces y partiéndose media docena de dientes, todos diremos lo mismo:

- Fulanito se ha caído en la calle y se ha partido los piños...

- ¡Vaya, hombre, qué MALA SUERTE¡

Pero si ese mismo alguien, al caer y romperse media docena de piños, cae sobre un décimo de loteria, premiado en el día de ayer con 60.000 euros, todos, igualmente, diremos lo mismo:

- Fulanito se ha caído en la calle y se ha partido los piños...pero se ha encontrado un décimo de lotería premiado con 60.000 euracos...

- ¡Vaya, hombre, qué BUENA SUERTE¡

Como podemos ver, todo en esta vida tiene un precio, incluso la propia DIGNIDAD.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Comida de hermandad

Esta tarde tenemos una reunión para ultimar los detalles de la Comida de Hermandad que vamos a celebrar, nuestra Asociación, el próximo sábado, día 4 de Diciembre.

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La circular con la correspondiente información ya se ha enviado a todos los socios hace cosa de una semana. Algunos ya han ido acudiendo a la Sede para inscribirse a la comida. Otros, imaginamos que terminarán viniendo hoy, último día para formalizar las inscripciones. Y el sábado...¡¡a disfrutar de los amigos, de la comida y del buen ambiente¡¡

¿Cuántas veces he dicho yo por aquí que la Vida son cuatro ratos? Pues, amigos, no los desaprovechemos y vivamos la Vida todo lo mejor que podamos y con la mayor intensidad posible.

Así de simple.