sábado, 22 de mayo de 2010

Algodones

Ayer hablé de golondrinas, de esas aves que volando en vuelo rasante a primeras horas de un día cálido de primavera hacían que mi espíritu se calmara y tranquilizara, viendo grandeza en el simple vuelo de unas diminutas y vivarachas aves.

Hoy no hablo de golondrinas: hoy hablo de algodón, de esos puñados de nubes de un blanco intenso desperdigadas, a grumos, por ese cielo azul, inmaculado, infinito, inacabable, profundo...

Esas nubes de algodón, cual ovejas pastando en un inmenso prado azul, no verde, me han provocado la misma tranquilidad que ayer me produjeron las golondrinas con su agil vuelo casi a ras de suelo.

Estaba yo sentado en la escalera de subida de mi patio al porche de mi casa, a la sombra, y en ese instante de repentino y corto adormecimiento, al abrir los ojos, ahí estaba ese rebaño de ovejas de algodón.

Me he quedado un rato mirándolas, sin pensar, sólo tratando de penetrar en la blancura de sus formas, hasta que me he levantado a por la máquina de fotos. Quería inmortalizar ese momento. Ya sé que como este habrá otros, miles, tal vez, pero no serán este momento. Y ha sido este momento, precisamente este, el que he querido congelar en una imagen formato "jpg"

Feliz fin de semana.

La intrínseca simpleza del Ser.



Ayer vi una foto en internet de la que es, para mí, una de las personas más SIMPLES que existen en el mercado de verduleras-verduleros, famosetas-famosetes, animales televisivos de distintas razas y pelajes y bichos faranduleros varios, aunque todos, eso sí, con el mismo producto maderero entre las dos orejas y por cerebro, es decir, SERRÍN.

Y me estoy refiriendo a la DOCTORA EN CIENCIAS EXACTAS de la Paris Hilton, simple a más no poder, cursilona y estúpida en grado superlativo y cuyo libro más leído es ese que se titula "¡Uy, mesaolvidao la Visa Platino en el otro bolso de piel de cocodrilo valorado en...¡"

Esta niña tonta que no sabe contar más allá de los tres primeros dedos de una de sus manos y que lo único que sabe hacer medio regular es entregar la tarjeta para que le cobren sus caprichos, sabe llamar la atención del respetable a la perfección. ¿Y qué mejor manera de llamar la atención que ir por la calle sin bragas y enseñando, cuando nadie se lo pide y sin venir a cuento, un culo flácido y un "chirri" afeitado?

Hasta ahí llega la SIMPLEZA de esta podrida de millones y que, que sepamos todos, todavía no le ha dado un palo al agua, ni se lo dará, y que va a seguir enseñando el culo y el "chirri" cada vez que los medios rosas, ese periodismo de "investigación" como algunos se autodenominan, esté más de dos semanas sin hablar de ella y de sus excentricidades ególatras, prepotentes y descerebradas, totalmente alienadas y faltas del más mínimo decoro y respeto por cualquier norma de educación y saber estar.

Sólo hay que ser multimillonario para salir en la prensa rosa por enseñar el culo.

Que alguien le pregunte cómo se escribe "vurra", cuántos minutos tiene una "ora" o cuál es el título de su último "livro lehído". Ya verán ustedes entonces qué "sorpresas" nos depara la interfecta. Casi con total seguridad y para salir del "apuro" nos hará un cruce de piernas al estilo de "Instinto básico" y nos enseñará hasta el carnet de identidad. Y con ese "gesto", tan propio de ella y tan culto e intelectual, nos dará graciosa respuesta a todas las preguntas planteadas.

Toda ella podría resumirse en: "Come, porque VE comer...".