sábado, 22 de mayo de 2010

Algodones

Ayer hablé de golondrinas, de esas aves que volando en vuelo rasante a primeras horas de un día cálido de primavera hacían que mi espíritu se calmara y tranquilizara, viendo grandeza en el simple vuelo de unas diminutas y vivarachas aves.

Hoy no hablo de golondrinas: hoy hablo de algodón, de esos puñados de nubes de un blanco intenso desperdigadas, a grumos, por ese cielo azul, inmaculado, infinito, inacabable, profundo...

Esas nubes de algodón, cual ovejas pastando en un inmenso prado azul, no verde, me han provocado la misma tranquilidad que ayer me produjeron las golondrinas con su agil vuelo casi a ras de suelo.

Estaba yo sentado en la escalera de subida de mi patio al porche de mi casa, a la sombra, y en ese instante de repentino y corto adormecimiento, al abrir los ojos, ahí estaba ese rebaño de ovejas de algodón.

Me he quedado un rato mirándolas, sin pensar, sólo tratando de penetrar en la blancura de sus formas, hasta que me he levantado a por la máquina de fotos. Quería inmortalizar ese momento. Ya sé que como este habrá otros, miles, tal vez, pero no serán este momento. Y ha sido este momento, precisamente este, el que he querido congelar en una imagen formato "jpg"

Feliz fin de semana.

No hay comentarios: