miércoles, 4 de febrero de 2015

Bastante frío


Esta noche ha nevado. Al abrir los ojos, desde la cama y a través de unas cortinas casi totalmente transparentes, he visto el suelo de la terraza que tengo en mi habitación: ¡estaba blanca¡

- ¡Mira, ha nevado...¡ -le he dicho a mi señora, que seguía con los ojos cerrados, adormilada.

Todo el día ha estado la temperatura ambiente de la calle a cero grados. En dos o tres veces que a lo largo del día me he acercado al termómetro que tenemos en una de las paredes del porche de entrada, a cubierto y orientado al norte, en ninguna de esas visualizaciones ha subido el mercurio de cero grados. Todo el día helando. Y lo malo de estar helando es que hace un viento algo fuerte lo que acrecienta notablemente la sensación de frío.

Viento helado. Temperatura ambiente de cero grados. Rachas de polvo de nieve que te golpea en la cara como si se tratase de cuchillas de afeitar. Sensación de dolor en las manos, en la cara, en la frente...Todo eso te hace volver rápidamente a casa, a sentarte frente al ordenador o delante de la tele, sin importarte lo más mínimo qué programa o qué película puedas ver: ¡El caso es no estar en la calle¡ El caso es estar caliente y sin padecer con ese frío cortante que te golpea en todo el cuerpo y se mete en tu piel por cualquier pequeño resquicio de tu chaquetón, guantes o pantalón de invierno.

El cielo sigue plomizo. Cubierto. Gris. De seguir así y si para el viento, puede que esta noche vuelva a nevar. Nevar sobre nevado. Frío sobre frío. Encarcelado en casa.

Dicen que año de nieves, año de bienes. Ya veremos a final de año.

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